La caries es una enfermedad crónica no transmisible que consiste en que el ecosistema oral, en un continuo desmineralización-remineralización, se desequilibra cayendo del lado de la desmineralización. La desmineralización se produce como consecuencia del ácido producto del metabolismo bacteriano de los hidratos de carbono presentes en la dieta. Así, pues, los cristales de hidroxiapatita, el mineral del que está formado el esmalte, se disuelven cuando el pH de la boca es ácido. 

La caries NO ES CONGÉNITA, ni genética. Este tipo de lesiones aparecen tras la erupción del diente. Es muy típico ver que al principio había como manchas blancas a las que nadie dio importancia. Esas manchas, son DESMINERALIZACIONES. Se ha perdido esmalte debido al contacto del mineral con el ácido. Si eso no se remineraliza, con flúor, esas manchas se vuelven ásperas, y la lesión ya ha pasado a perder físicamente esmalte. Se va tiñendo de amarillo, anaranjado o beige. Eso ya es irrecuperable. Si avanza, se pierde dentina, que es la siguiente capa del diente, y avanza muchísimo más rápido.

Respecto a la lactancia: la leche materna tiene, entre otras cosas, calcio, fosfatos, grasa e inmunoglobulinas, que ayudan a la REMINERALIZACIÓN del esmalte. La lactosa, a diferencia de la glucosa, NO PUEDE SER APROVECHADA POR LAS BACTERIAS CARIOGÉNICAS; se metaboliza en el duodeno. La leche materna NO DISMINUYE EL pH, o sea, no hace que la boca sea más ácida, precisamente porque las bacterias no son capaces de generar ácido por el consumo de lactosa. Es curioso, pero por un lado se les dice a las madres que la lactancia tiene la culpa, y por el otro se les receta una crema dental que tiene calcio, fosfato y caseína.

La caries es una enfermedad; las lesiones de caries son su manifestación. La varicela es una enfermedad, las vesículas en la piel son su manifestación. Por tanto no hablamos de «tienes tres caries» sino «tiene tantos dientes lesionados», o «tantas superficies». Pero no podemos centrarnos en quitar las lesiones sino en atajar la enfermedad, como en la varicela no curamos las vesículas, sino que curamos la enfermedad, y por ende desaparecen las vesículas (con todas las salvedades de que una enfermedad vírica funciona diferente, claro).

Cuando hay caries debemos conocer los factores de riesgo y los factores de protección:

Factores de protección:

.- La saliva: con su capacidad buffer, puede ayudar a revertir la acidez en un momento dado. Pero su capacidad es limitada.

.- La higiene oral: el cepillado disgrega el biofilm bacteriano, que es una capa consistente en bacterias, azúcares, restos de células de la boca, etc, muy adhesiva y pegajosa. El cepillado bien hecho rompe este entramado y lo saca de debajo del surco gingival y de las superficies dentales.

.- El flúor: aportando flúor en la pasta, MÍNIMO 1000 ppm (infinidad de estudios demuestran que por debajo de esta concentración es como no poner pasta de dientes), el esmalte se remineraliza. Es un proceso químico por el cual el grupo hidroxilo de la hidroxiapatita se cambia por flúor, haciendo fluorapatita. Este mineral es más duro, más resistente, más insoluble, necesita un pH más bajo para disolverse. Es el gold standard de la prevención de la caries, como así lo demuestran estudios a lo ancho y largo del planeta desde hace décadas. 

.- La alimentación: es curioso esto. Sabemos que un bebé lo que más va a necesitar que se le aporte con la alimentación complementaria es hierro, a ser posible de la carne, y sin embargo casi todo el mundo empieza con frutas o con cereales, que desde luego ni son lo mejor para los dientes ni lo que el organismo en ese momento necesita. La carne tiene también grasa, grasa en la que se vehiculizan proteínas que defienden contra la caries; grasa que lubrica la superficie del esmalte impidiendo la adhesión al mismo de las bacterias productoras de ácido. Las comidas duras (aumentando la dureza conforme erupcionan más piezas), consistentes, difícíles de comer, estimulan a su vez la secreción de saliva, que como he dicho al principio, es la gran protectora del diente. 

Factores de riesgo

.- La alimentación: los alimentos ricos en azúcares, los cereales hidrolizados, y sin hidrolizar (el almidón es metabolizado gracias a la enzima amilasa salival y transformado en glucosa, que aprovecharán las bacterias cariogénicas), son de alto riesgo de caries. El biberón no debe contener otra cosa que no sea o leche pura, o agua. Y como mucho se debe dar hasta que empieza la erupción de las primeras muelas de leche. El menor problema del biberón con cereales es la caries. El mayor: que no permite a la lengua colocarse en su sitio, para efectuar correctamente la deglución: la lengua para hacer su función debe articular con la parte de atrás de los incisivos superiores, en la papila palatina, una estructura precisamente para esto. Si se coloca una tetina ahí, además hay que hacer fuerza para succionar, pero no se succiona igual que el pecho, que se agarra con la lengua pero el ejercicio fuerte lo hacen maseteros, temporales y pterigoideos. Con tetina, la fuerza la hacen orbiculares y buccinadores, creando reflejos neuromusculares que luego costará romper, y por eso es tan difícl quitar biberones y quitar chupetes. La lengua aprende a quedarse abajo, produciendo una hiperactividad de los músculos depresores de la lengua, y los elevadores, que son los músculos de la masticación, no funcionan o lo hacen poco y mal. Será más difícil reeducarlos cuanto más tiempo tengamos los reflejos erróneos activos. Por todo esto, el biberón debe ser sustituido por vaso normal y corriente lo antes posible.

.- El cepillado insuficiente: una mala colocación del adulto que cepilla significa invariablemente un cepillado que no llega donde tiene que llegar. Si cepillamos de frente, el bebé abre la boca, y con meter el cepillo y menearlo nos conformamos, pero no VEMOS dónde están frotando las cerdas del cepillo. Para limpiar las ventanas tenemos que retirar las cortinas. No «es mejor» retirar las cortinas, no DEBEMOS VER la cagarruta del pájaro para poder quitarla. Aquí es lo mismo: debemos ABSOLUTAMENTE, levantar el labio todo lo posible, descubrir el diente entero, porque donde se inician estas caries es PRECISAMENTE en esa zona difícil que es el cuello del diente, la unión diente-encía: el surco gingival. Pero si nos ponemos delante del bebé, el bebé nos da manotazos y no nos deja limpiar. Por eso la posición es DESDE DETRÁS, ya sea con el bebé en el cambiador, o en la cama. Pero desde detrás, y metiendo bien, sin miedo, los dedos en la boca para separa el labio, o la lengua o los mofletes. Una mano separa y la otra cepilla. Si la técnica no es buena, pasará que cepillamos creyendo haber dejado la boca limpia pero poco a poco se nos acumula un grosor cada vez mayor de biofilm o placa bacteriana. Cada vez más grosor, y cada vez placa más madura, más ácida, más pegajosa, más difícil de retirar. El cepillado en esta zona no duele a menos que uses un cepillo de alambres, pero desde luego, es la zona con más sensibilidad de toda la cara: hay que hacerlo suave pero firmemente. El frenillo que separa ambos incisivos centrales es muy sensible, por tanto, primero cepillamos un lado, y luego el otro, sin pasar de lado a lado rozando el frenillo para no molestar. De la misma manera, es preciso llevar un orden, dividiendo mentalmente la boca en cuatro cuartos, y empezando por un cuarto, lo dejamos limpito y pasamos al siguiente, lo dejamos limpito y al siguiente, y así hasta terminar. Si no, vas a acabar dando saltos, ahora arriba a la derecha ahora al medio, ahora abajo al medio, abajo a la derecha, arriba a la derecha, abajo a la izquierda, abajo en medio, arriba a la derecha… y… y… ya no sabes cuáles áreas has cepillado 3 veces y cuáles ninguna. Por tanto: levantar el labio, orden, y no rascar el frenillo.

.- No uso de flúor. Destaca este factor, que como digo está más que estudiado, por tanto se conoce perfectamente su toxicidad, su metabolismo, sus efectos, etc. Pasta y cepillo mínimo 1000 ppm dos veces al día, aunque en vuestro caso, con lesiones ya avanzadas y de mal pronóstico, mínimo 3 veces al día y con 1450 ppm, una cantidad como un grano de arroz. Además de eso, el agua de abastecimiento debe tener flúor entre 0.7 y 1 mg/L. 

.- Enfermedades que cursen con alteración en la cantidad y calidad de saliva. Enfermedades que “obliguen” a respirar por la boca como anginas, vegetaciones (y de rebote otitis de repetición), asma, bronquiolitis, rinitis; enfermedades que requieran el uso de inhaladores, corticoides; o medicación con excipientes azucarados (sacarosa) como el Dalsy.

.- Hermanos con caries, padres con caries: ojo, porque aquí es necesario entender que lo que se transmite de generación en generación son los hábitos. No las bacterias. Bueno sí, las bacterias sí, pero TODOS tenemos bacterias cariogénicas en la boca, lo que pasa es que la caries, al igual que la mastitis o tantas otras, es una disbiosis: una desregulación en la cantidad de bacterias de un tipo que ocasiona una enfermedad. Pero la OMS ha dejado de considerar a la caries como una enfermedad infecciosa, como hasta hace poco lo era, por no cumplir los requisitos por ejemplo de la tuberculosis. 

Por otra parte, de cara a tratamiento rehabilitador, no esperaría. Por motivos sanitarios podéis acceder a consultas médicas sin problemas.

Personalmente lo que yo haría: 

.- revisión de la técnica de cepillado y comprobación con colorante tipo Plac Control (esto lo podéis comprar en farmacias e ir haciéndolo en casa, si te interesa me preguntas)

.- aplicación de flúor tópico (barniz) en consulta cada 3 o 6 meses

.- ojo a los molares, porque cuando los incisivos están lesionados, los molares suelen haber corrido la misma suerte. 

.- control a un mes a ver cómo se están siguiendo las recomendaciones y valorar la evolución de las lesiones.

.- colocación de coronas de acetato u otros métodos de reconstrucción en su caso, también sin anestesia porque no tenemos que entrar en principio dentro del diente. Puede ser necesaria radiografía previa.

En fin, la caries es una ENFERMEDAD de la que conocemos MUY BIEN sus factores de riesgo. Su prevención es BARATA, EFICAZ, ACCESIBLE Y CON BUENOS RESULTADOS A LARGO PLAZO.

En fin, la caries es una ENFERMEDAD de la que conocemos MUY BIEN sus factores de riesgo. Su prevención es BARATA, EFICAZ, ACCESIBLE Y CON BUENOS RESULTADOS A LARGO PLAZO.

En fin, la caries es una ENFERMEDAD de la que conocemos MUY BIEN sus factores de riesgo. Su prevención es BARATA, EFICAZ, ACCESIBLE Y CON BUENOS RESULTADOS A LARGO PLAZO.

En fin, la caries es una ENFERMEDAD de la que conocemos MUY BIEN sus factores de riesgo. Su prevención es BARATA, EFICAZ, ACCESIBLE Y CON BUENOS RESULTADOS A LARGO PLAZO.

Habría que escribir esto 100 veces a mano con letra gótica a ver si se les queda en la cabeza a algunos, porque la verdad, ya no se me ocurre otra manera.